psicología
Mi fobia al agua
Dicen los psicólogos que muchas veces transmitimos nuestras fobias a los hijos. De padres con miedo a los payasos, niños con miedo a los payasos, de padres con miedo a los gatos, niños con terror hacia los gatos, y así con un sinfín de cosas. Lo mismo ocurre con el agua. Nos encontramos con situaciones en que los padres se asustan más que los niños, o que la tensión del padre dentro del agua la transmite inconsientemente a su hijo.
Malas experiencias del adulto en entornos acuáticos, miedos, inseguridades o escasos conocimientos de natación condicionan la conducta del padre con su hijo en el agua. Máxime cuando se trata de bebés o niños menores de dos años que están en manos de sus padres en la piscina.
Por eso debemos intentar no transmitirlo a los niños. ¿Cómo?